La Unión Europea aplica estándares de contaminación cada vez más estrictos. Desde enero de 2011 rige el estándar Euro 5, que limita no sólo los gases sino también las partículas que emiten los motores diesel. Los motores Euro 5 requieren aceite sintético especialmente formulado para ser bajo en cenizas y azufre.
Para cumplir con Euro 5, los fabricantes de motores desarrollaron filtros anti partículas (FAP) que las detienen en un panal de cerámica muy fino en su interior. Cuando el motor funciona a su régimen óptimo de temperatura, las partículas tienden a quemarse, convirtiéndose en gases inofensivos, y a no acumularse en el filtro, que está diseñado para durar muchos años bajo ese uso. Cuando se conduce por distancias cortas o en tráfico, no se logra esa temperatura óptima y el filtro se satura de partículas. Un sensor detecta el grado de saturación, midiendo la presión del escape antes y después del filtro. Si la saturación llega a aproximadamente un 45%, la gestión electrónica del motor verifica que el estanque del vehículo tenga suficiente combustible, que no haya códigos de falla sin resolver y que el mantenimiento del motor esté al día y luego ordena la regeneración activa del filtro, subiendo la temperatura de los gases del escape. Lo logra inyectando un poco de combustible en el tiempo de escape, para que se encienda en el múltiple. La regeneración requiere 15 a 20 minutos a un régimen de sobre 2.000 rpm. Una vez comenzado el proceso, el motor no debe detenerse hasta que termine.
La regeneración activa se hace evidente al encenderse los ventiladores del radiador, aumentar el ralentí, cambiar el sonido del motor y aparecer un olor a quemado.
La consecuencia más grave de una regeneración activa incompleta es que el combustible inyectado post-explosión no se encienda y termine en el cárter, contaminando el aceite del motor y sobrepasando su nivel máximo.
Si se continúa conduciendo el vehículo en condiciones en que no se acciona la regeneración activa, aparecerá una luz de advertencia. Si no se corrige el problema, la saturación del filtro aumentará hasta aproximadamente el 70%, momento en que el vehículo pasará a un régimen de desempeño reducido. Entonces no bastará con conducir rápido, sino que habrá que inducir una regeneración forzada con un scanner.
Si la saturación del filtro alcanza el 85%, no servirá la regeneración forzada y será necesario retirar el filtro, ver si es limpiable, sino cambiarlo. Estos filtros son muy caros, entre $200.000 y $1.000.000 en su mayoría.
Para concluir, si necesita un vehículo liviano para recorridos cortos, en vez de un diesel Euro 5, mejor elija un bencinero. Será más barato para comprar y mantener, tendrá menos fallas caras y evitará tener que memorizarse este artículo.
Thomas Poulos
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Escrito por: Thomas Poulos