Las siguientes ideas le pueden servir para hacer más seguro y placentero el trasladarse entre los puntos A y B en su ojalá fiel carromato:
* Manténgase más de dos segundos detrás del vehículo que lo precede. Para lograr esto, fíjese en algún objeto en o al lado del camino, cuente “dos mil uno, dos mil dos”. Si antes de terminar de contar ya pasó el objeto, haga menos presión con la ojota sobre el acelerador y inténtelo de nuevo. Piense que el que choca por atrás no sólo rompe su auto, sino también es responsable ante la ley por los daños al otro vehículo y a sus ocupantes.
* Cuando se detenga detrás de otro vehículo, esperando que el semáforo cambie a verde, deje un par de metros entre parachoques. Así, si el otro no se mueve ante la luz verde ¿subiendo pasjeros en San Francisco llegando desde el centro a Colón?, tendrá la posibilidad de adelantarlo sin retroceder.
* Cuando observe un comportamiento desconsiderado, riegoso o simplemente irracional, evite hacer referencias a la madre del conductor. Lo más probable es que ella no lo crió así y numerosos estudios aseguran que la imbecilidad no proviene de la genética de la madre, sino se aprende por falta de porrazos en el caminar por esta vida. La expresión “cretino” parece ser aún utilizable, al menos hasta que sus exponentes se unan para exigir un trato especial mientras se les respeta su condición. No necesitarían pedir mayor participación en la sociedad, ya que se encuentran ampliamente representados.
* En un cruce ferroviario, no se detenga en las líneas pintadas en el camino, si es que de allí no vería a un tren que se aproxima. Acérquese más a las vías, dejando 1,50m libres. Así podrá ver un tren sin peligro. No me pregunte como llegué a saber esto.
* No aplique los frenos bruscamente si tiene las ruedas izquierdas sobre la calzada y las derechas sobre una berma de menor calidad. Las ruedas sobre la calzada frenarán mejor y primero, lanzando a su vehículo hacia la izquierda contra el tráfico que viene en contra.
* En una situación límite en que un accidente es inevitable, no se entregue a lo que crea que el destino le tenga preparado. Pelée por el accidente de su elección, e.g. choque intencionalmente el costado de su vehículo contra una pared si con eso evita chocar de frente con otro vehículo. Así vivirá para, entre otras cosas, leer la columna de Mecánica Simple de la próxima semana.
Thomas Poulos
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© Thomas Poulos 2014
Escrito por: Thomas Poulos